Para evitar pérdidas de tiempo, es importante que el comprador tenga claro qué uso le dará al inmueble, ya que los aspectos a tener en cuenta al comprar propiedades difieren si el objetivo del comprador es mudarse o simplemente realizar una inversión inmobiliaria.
Si el comprador está pensando en mudarse, la primera decisión que deberá tomar es si prefiere vivir en un barrio popular con vida nocturna o en un barrio residencial para vivir con mayor tranquilidad. Además, deberá considerar que no es un lugar de paso, sino su hogar y, por lo tanto, el inmueble deberá tener el espacio suficiente para vivir con la mayor comodidad posible.
En cambio, si el comprador desea realizar una inversión inmobiliaria, deberá definir, en primer lugar, a qué tipo de alquiler destinará el inmueble.
Existen dos posibilidades:
a - Alquileres de 24 o de 36 meses
b - Alquileres temporarios.
Alquileres de 24 o de 36 meses: reciben este nombre porque se basan en contratos por un plazo de 2 o de 3 años (se firman contratos por 24 meses si se alquila un inmueble para vivienda, y por 36 meses si el inmueble alquilado se va a destinar a uso comercial). El comprador debe tener en cuenta que el inmueble debe ser amplio y estar ubicado en un barrio céntrico con fácil acceso a transporte público. De este modo, podrá cobrar una renta más elevada a su inquilino. Al tratarse de alquileres por períodos largos, el propietario no debe pagar los gastos por servicios (luz, gas, agua, teléfono, etc.) ni las expensas.
Alquileres temporarios: el tamaño de los inmuebles destinados a alquileres temporarios debe ser más pequeño, ya que las personas que realizan alquileres temporarios están en por vacaciones o por negocios y, por lo tanto, pasan poco tiempo dentro de la propiedad. En general, quienes realizan alquileres temporarios buscan un lugar más amplio, cómodo y privado que una habitación de hotel, además de una buena vista de la ciudad, seguridad, y fácil acceso a paseos nocturnos y atracciones turísticas. Por lo tanto, la ubicación y las comodidades del inmueble son de suma importancia al momento de comprar.
El valor del inmueble no depende sólo de la ubicación, sino que también influye el hecho de que la propiedad sea usada o a estrenar, y el estado en que se encuentra. Por lo tanto, el comprador debe considerar si el inmueble necesitará reparaciones antes de mudarse o alquilarlo, ya que una propiedad puede parecer barata, pero necesitar demasiados arreglos para ser habitado.
Si el comprador está pensando en mudarse, la primera decisión que deberá tomar es si prefiere vivir en un barrio popular con vida nocturna o en un barrio residencial para vivir con mayor tranquilidad. Además, deberá considerar que no es un lugar de paso, sino su hogar y, por lo tanto, el inmueble deberá tener el espacio suficiente para vivir con la mayor comodidad posible.
En cambio, si el comprador desea realizar una inversión inmobiliaria, deberá definir, en primer lugar, a qué tipo de alquiler destinará el inmueble.
Existen dos posibilidades:
a - Alquileres de 24 o de 36 meses
b - Alquileres temporarios.
Alquileres de 24 o de 36 meses: reciben este nombre porque se basan en contratos por un plazo de 2 o de 3 años (se firman contratos por 24 meses si se alquila un inmueble para vivienda, y por 36 meses si el inmueble alquilado se va a destinar a uso comercial). El comprador debe tener en cuenta que el inmueble debe ser amplio y estar ubicado en un barrio céntrico con fácil acceso a transporte público. De este modo, podrá cobrar una renta más elevada a su inquilino. Al tratarse de alquileres por períodos largos, el propietario no debe pagar los gastos por servicios (luz, gas, agua, teléfono, etc.) ni las expensas.
Alquileres temporarios: el tamaño de los inmuebles destinados a alquileres temporarios debe ser más pequeño, ya que las personas que realizan alquileres temporarios están en por vacaciones o por negocios y, por lo tanto, pasan poco tiempo dentro de la propiedad. En general, quienes realizan alquileres temporarios buscan un lugar más amplio, cómodo y privado que una habitación de hotel, además de una buena vista de la ciudad, seguridad, y fácil acceso a paseos nocturnos y atracciones turísticas. Por lo tanto, la ubicación y las comodidades del inmueble son de suma importancia al momento de comprar.
El valor del inmueble no depende sólo de la ubicación, sino que también influye el hecho de que la propiedad sea usada o a estrenar, y el estado en que se encuentra. Por lo tanto, el comprador debe considerar si el inmueble necesitará reparaciones antes de mudarse o alquilarlo, ya que una propiedad puede parecer barata, pero necesitar demasiados arreglos para ser habitado.